Lo he realizado, como es habitual, con tela de algodón, y está forrada en su interior por tela enguatada para amortizar golpes y dar consistencia al neceser.
De color verde, como las hierbas de monte que encuentro cada semana en mis rutas senderistas.
Este es copia exacta de un neceser de marca de cosméticos muy conocida que, viejecita, me regaló una amiga con aceites esenciales en su interior. Hasta hoy que la he sustituido, sigo teniendo además de aceites esenciales otros utensilios con los que preparo mis cremas mágicas.