Hoy ya día de San Jorge, Patrón de mi ciudad, de este año 2020
y como la compra de ropa no es TAREA ESENCIAL, y puede esperar, mientras seguimos retenidos en nuestros domicilios, por este Estado de Alarma (¿erán sólo 15 días, prorrogables por otros quince?) aprovechamos para ordenar los armarios y hacer limpieza.
Qué tendrá la ropa vieja, que cuánto más vieja, más nos cuesta parle el pase a la basura.
Este es el segundo pantalón que arreglé a mi chico. El primero tan roto estaba que decidí (con su permiso) cortarlo por encima de la rodilla y reforzar alguna cosa para que al menos durara otra temporada, hasta en tanto podamos volver a comprar ropa y si la economía nos lo permita.
Con los trozos de camal de aquel pantalón he reforzado este otro pantalón que estaba más decente (si decente era ese corte descomunal que tenía a la altura de la rodilla) ES LA MODA, me decía... y sonrio porque sus hijos le han de mantener joven por necesidad.
ROTO POR DENTRO EL BOLSILLO DELANTERO
AGUJEREADO EL PANTALÓN EN ESE BOLSILLO ESTRECHO VERTICAL
DESILACHADO LA ABERTURA DEL BOLSILLO
Descosí el fondo del bolsillo para poder maniobrar al hilvanar y a la hora de meter en la máquina de coser.
Descosí también ese pespunte vertical que me dividía el bolsillo en dos y que terminó de agujerear el pantalón.
No me ha importado poner color a la vida que bastante triste es estar encerrada en casa, ya llevamos ¿cuarenta días? porque vivo en una calle estrecha y un entresuelo dónde la luz es un bien escaso y que echo mucho de menos.
Primero remendé a punto escapulario el bolsillo desgarrado, era difícil plachar el desgarro en esa zona.
Hilvané después ese trozo de algodón para rezorzar la tela que del roce de las llaves estaba muy castigado. Un hilván al borde para que luego la aguja de la máquina de coser no se encontrara ningún pliegue que no controlara yo.
Preparado y remendado el bolsillo por dentro, ahora tocaba buscar un trozo de tela que no desentonara con el color del pantalón VERDE MILITAR.
Un buen momento para aprovechar para caminar, pasillo arriba, pasillo abajo, abriendo cajones a la busca y captura de algo que pudiera servirme para el remiendo
¡¡¡ MENUDO REMENDÓN !!! es el que me va a tocar hacer
Si busco una tela para poner abajo igual le molesta y le hace herida en la piel....
Si busco una tela para poner abajo igual le molesta y le hace herida en la piel....
Si lo hago por el exterior, la tela no ha de cantar mucho.... RESISTIRÉ... es lo que me pide a gritos este pantalón, y mi mente también.
Y aquí la encontré, un retal pequeño de una tela verde, que debí de guardar en un rinconcillo para el por si acaso.
tapo el agujero y refuerzo la boca del bolsillo.
Vuelvo a hilvanar casi en el borde para que cuando meta la aguja de la máquina no me pise el color fucsia y me cueste retirar el hilván.
Y este es el revés del bolsillo
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