EL ROPERO: FUNDAS DE PRENDAS

Me gusta cuidar la ropa. A veces lo veo como una inversión, lo que se llama fondo de armario. Y eso empieza desde la misma compra, o confección. el cuidado con la lavandería y su colocación en el armario. 

Tengo ropa que habitualmente no me pongo y me gusta proteger. Los cajones ya están ocupados y los estantes laterales están muy expuestos al polvo con las puertas correderas.

Tengo poco espacio y no me puedo permitir el lujo de cambiar de armario con la ropa de verano/invierno, por lo que, cuando llega el momento de ponérsela o lucirla, no está en condiciones porque está llena de polvo y/o arrugada. 

Como además soy bastante ecológica, suelo dar segunda vida a prendas que ya han tenido su vida útil. 

Y aquí os lo muestro: 

Camiseta gris para guardar la chaqueta de lana de primavera y otoño.

Camiseta azul marino para guardar el guardapolvos de lana.

Camiseta mostaza para la chaquetilla veraniega de hilo de algodón hecha a mano.

Camiseta azul para el chal cerrado azul jaspeado, también hecho a mano con hilo de algodón.

Para la braga granate, cubre hombros, de verano, mientras no tenga algo del mismo color, bien vale esa rayada marinera.

Y la última funda que he realizado, en negro, para mi prenda más veterana, una capa de pleno invierno que me regaló mi mami cuando tendría quince o poco más de edad. Una prenda que ha servido, a lo largo de su vida de abrigo para los vestidos de fiesta, toquilla para bebés dormidos cuando viajábamos, de manta de viaje, de vestidor portátil...

La última hasta la siguiente, esta vez tocaba proteger con seda salvaje (de un top festivo) mi chaquetilla corta de ganchillo 

Aprovecho bien el estante, puedo compactar las prendas sin miedo a que se arruguen y empolven, con la garantía de que se encuentren en condiciones aunque haya pasado temporadas desde su anterior uso.

Espero que os sirva de ayuda.