El de la derecha ya está pegado y el de la izda acabado de descubrir.
Terminado el remiendo. Es tela técnica que no admite temperaturas altas. Un pespunte en zig-zag para reforzar el rasgado y un buen parcheado interno para reforzar la tensión cuando se use.
El tono de azul del hilo, casi conseguido.
El revés del trabajo, un trozo de punto adhesivo y con cuidado a la hora del planchado.
Y este es el segundo, que al propietario le pasó desapercibida la rotura y por ello el pequeño cambio del tono gris, entiendo, no le importará.
;) listo para la próxima ruta montañera.
No hay comercio remendón que se moleste en hacer estas cosas. Pero mil veces mejor que aquellos parches que poco me gustaban ver en la época escolar de mis hijos y que nunca llegué a poner en los de ellos.